Nelson Caballero Díaz, un joven cubano de 25 años y padre de dos niños, fue liberado el 14 de junio tras cumplir una condena de ocho meses de privación de libertad.
Su encarcelamiento se debió a una protesta pacífica que realizó el 18 de octubre de 2024, en Jimaguayú, Camagüey, donde exigía el restablecimiento del servicio eléctrico.
Su caso, según organizaciones internacionales, resalta el aumento de detenciones vinculadas a manifestaciones cívicas en Cuba.
El Tribunal Municipal de Jimaguayú sentenció a Caballero Díaz por el delito de "instigación a delinquir".
En una conversación con Martí Noticias, Nelson Caballero habló de su sentir tras la liberación: "Me siento ahora bastante orgulloso y contento de estar aquí con mi familia disfrutando, entrando en un choque que prácticamente no esperaba. Desde que salí, me he topado con muchas dificultades".
"Cuando me hicieron el juicio, me sancionaron a 8 meses porque no tenían pruebas. Querían sancionarme por sedición, golpe de estado, terrorismo, por atentado también, pero no tuvieron pruebas y lo que me sancionaron fue por instigación a delinquir, como que estaba incitando al pueblo para que se lanzara para la calle. Ese fue lo único que me pudieron probar. Me echaron eso, que es de 6 meses a 1 año, me sancionaron a 8 meses", explicó.
La protesta pacífica de Nelson Caballero inicialmente preveía la participación de otros vecinos. Sin embargo, según relató a Martí Noticias, al llegar al parque de la localidad, se encontró solo. Los demás declinaron participar al ver movimiento policial, y él continuó la protesta en solitario. Esta acción le costó su libertad y, le causó lesiones debido a golpes recibidos durante su arresto.
Desde su detención en octubre de 2024, cuando tenía 24 años, el joven estuvo recluido inicialmente en una unidad policial de la capital provincial, luego trasladado a la cárcel Cerámica Roja, y finalmente a la prisión Kilo 7, ambas en Camaguey, para cumplir los últimos dos meses de su condena.
"Cuando me sacaron de los calabozos, me pasaron para la prisión de Cerámica Roja aquí en Camagüey. Teniendo 24 años, cumplí 25 ahí en Cerámica y, de ahí, me pasaron los últimos dos meses que me faltaban para cumplimiento, me pasaron para la prisión de Kilo 7. Ahí fue que salí de cumplimiento, salí de cumplimiento completo, no le debo nada, pero a lo que entendí, lo que más o menos me explicaron, salí de cumplimiento, pero con una, es como una vigilancia, creo que por 6 meses, 3 meses, algo de eso. Eso es como para asegurarse de que no vuelva a salir a la calle. Ellos lo que quieren es callarnos la boca, pero bueno, conmigo eso no van a poder."
El joven fue sentenciado el 27 de abril en un juicio abreviado, un procedimiento en el que el acusado acepta su culpabilidad y una sentencia reducida que se hace firme el mismo día.
Durante su encarcelamiento, la familia de Nelson enfrentó dificultades significativas, incluyendo la falta de comunicación con su abogado, lo que impidió el monitoreo del proceso judicial y la posibilidad de presentar pruebas o recursos.
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